El Niño de Bahrein
Mi corazón ..
Como una paloma
Habita en tus palmas
Bebe de la vasija de tu pecho y los labios.
Abraza tus senos en sus dedos
Cual rosa calida
Vuelve como niño
Y dice a su juguete: Te castigará Dios
Vuelve loco
Y sigue en pie.
Como dos pájaros
Se pelean por un grano de trigo
Caído de sus manos.
Como dos granadas
Nazcan de su ropa
Teme el escándalo de su luz
Dijo:
No tengo aquí – señalando a su bolsillo – más que mi lengua.
Corre y se huye la senda de sus pies
El mar desmorona en sus manos
Sus piernas se enclavan en una estrella
El clavel llora su fracaso.
Se levanta y contempla
Se rompen las carcajadas
Y atreve a probar el azúcar de Dios.
El niño aquel
Roba las semillas de su cabello
Y lo esconde en sus letras.
El otero abandona el bosque
Sin que cierra el grifo del río en la pared
Y se ahoga en el desesperado color.
A nadie dijo:
Las rosas mueren de sed
Y los caminos llevan sus pasos hacia el infinito.
O como..
Cuando el sueño se inclina ante el adarve
Juega contando sin parar
Los pasos, los caminos y los árboles de su vecina.
Como dos higueras
.. Y como las palomas
Donde anidan sobre la cuerda de sus pensamientos
Huye Dios de su pecho
Sus piernas duermen en el lecho de su astro
Y despierta la ciudad.
Traducción: Abdul H.
Sadoun |